Existen diversas maneras de entender lo que significa mindfulness, desde vivir el momento presente, hasta comprometerse de forma total en cualquier actividad que estemos realizando en cada instante, en vez de perdernos en nuestros pensamientos. Mindfulness también significa permitir que nuestros sentimientos sean tal y como son, autorizándoles a aparecer y a desaparecer en lugar de intentar controlarlos. Cuando observamos nuestras experiencias privadas con total apertura y receptividad, incluso los pensamientos, sentimientos, sensaciones y recuerdos más dolorosos pueden parecernos menos peligrosos y más soportables. De esta forma, mindfulness puede ayudarnos a transformar la relación que mantenemos con sentimientos y pensamientos desagradables, permitiendo así que se reduzca el impacto y la influencia que pueden tener en nuestra vida. (Rusell Harris).
Considerar que la felicidad es conseguir que se materialicen todos nuestros deseos y pasiones, y sobre todo concebirla únicamente de modo egocéntrico, es confundir la aspiración legítima a la plenitud con una utopía que desemboca inevitablemente en la frustración.
Aunque, idealmente, la satisfacción de todas nuestras inclinaciones fuera realizable, no conduciría a la felicidad, sino a la producción de nuevos deseos o, lo que viene a ser lo mismo, a la indiferencia, al hastío, incluso a la depresión. ¿Por qué a la depresión? Si hemos imaginado que satisfaciendo todas nuestras inclinaciones seríamos felices, el fracaso de esta iniciativa nos hace dudar de la propia existencia de la felicidad. Si «lo tengo todo para ser feliz» y no lo soy, entonces la felicidad es imposible
¿Qué debe entenderse por realidad? Para el budismo, se trata de la naturaleza verdadera de las cosas, no modificada por las elaboraciones mentales que le superponemos. En las últimas abren un abismo entre nuestras percepciones y esa realidad, lo que provoca un conflicto permanente con el mundo. «Interpretamos mal el mundo y decidimos que nos engaña», escribe Rabindranath Tagore. Tomamos por permanente lo que es efímero, y por felicidad, lo que no es sino fuente de sufrimiento: el ansia de riqueza, de poder, de fama, y de placeres obsesivos.
“En Defensa de la Felicidad”. Matthieu Ricard.